Un consorcio internacional de investigadores de Pakistan, Curazao, India, Gran Bretaña y EEUU realizaron una revisión sistemática y metaanálisis de la bibliografía preexistente cuyo propósito fue analizar el rol de la dapagliflozina indicada en pacientes con y sin insuficiencia cardíaca en la corrección de la anemia coexistente en estos pacientes, y publicaron sus hallazgos y conclusiones en la edición del 20 de octubre de 2025 de Cureus*.
La NOTICIA DEL DÍA comentará estas observaciones.
Al realizar la introducción y evaluar los antecedentes de este tema, los autores destacaron que la insuficiencia cardíaca (IC) afecta a más de 26 millones de personas en todo el mundo y representa una importante carga de salud pública con una morbilidad y mortalidad sustanciales.
Asimismo, la anemia, definida como niveles de hemoglobina por debajo de 12,0 g/dL en mujeres y 13,0 g/dL en hombres, es una comorbilidad frecuente en pacientes con IC, que afecta aproximadamente al 15-30% de las personas con dicha afección cardíaca crónica y hasta al 50% de aquellos con enfermedad avanzada.
La presencia de anemia en la IC se asocia con un peor estado funcional, mayores tasas de hospitalización y un riesgo elevado de mortalidad, lo que la convierte en un objetivo terapéutico importante.
Los inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa-2 (SGLT2), desarrollados inicialmente para el tratamiento de la diabetes tipo 2, han demostrado notables beneficios cardiovasculares y renales más allá del control glucémico.
Grandes ensayos controlados aleatorios, incluidos DAPA-HF y DELIVER, han establecido que la dapagliflozina reduce significativamente el riesgo de muerte cardiovascular y hospitalizaciones por insuficiencia cardíaca en pacientes que la padecen en todo el espectro de la fracción de eyección del ventrículo izquierdo.
Estos beneficios se extienden tanto a pacientes diabéticos como no diabéticos, lo que sugiere mecanismos más allá de la reducción de la glucosa.
Nuevas evidencias indican que los inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa tipo 2 (SGLT2) podrían tener efectos beneficiosos sobre los parámetros hematológicos.
Revisiones sistemáticas y metaanálisis recientes han demostrado que los inhibidores de SGLT2 aumentan significativamente los niveles de hemoglobina y hematocrito en pacientes con diabetes tipo 2 y enfermedad renal crónica.
Análisis post-hoc del ensayo DAPA-HF (dapagliflozina y prevención de resultados adversos en insuficiencia cardíaca) revelaron que la dapagliflozina corrigió la anemia en el 62,2 % de los pacientes, en comparación con el 41,1 % del grupo placebo, lo que sugiere efectos hematopoyéticos clínicamente significativos.
Los mecanismos subyacentes a las mejoras en la anemia inducidas por los inhibidores de SGLT2 son multifactoriales.
Entre los mecanismos propuestos se incluyen el aumento de la producción de eritropoyetina mediante la activación del factor inducible por hipoxia-2α (HIF-2α), la mejora de la oxigenación tisular, la inhibición de la hepcidina, que conduce a una mayor biodisponibilidad del hierro, y efectos de contracción del volumen.
Además, los inhibidores de SGLT2 pueden mejorar la inflamación crónica y el estrés oxidativo, factores que contribuyen a la anemia por enfermedad crónica, comúnmente observada en pacientes con insuficiencia cardíaca.
Estudios clínicos recientes han demostrado que la dapagliflozina mejoró significativamente el control glucémico y alivió la anemia en pacientes con insuficiencia cardíaca cuando se utilizó junto con el tratamiento estándar, con mejoras observadas en los parámetros de hemoglobina, hematocrito y metabolismo del hierro.
Sin embargo, la evidencia sigue siendo heterogénea y la magnitud del beneficio puede variar entre diferentes poblaciones de pacientes y contextos clínicos.
A pesar del creciente interés en los efectos hematopoyéticos de los inhibidores de SGLT2, ninguna revisión sistemática exhaustiva ha evaluado específicamente el impacto de la dapagliflozina en los resultados de la anemia en diferentes poblaciones de pacientes, en particular comparando los efectos en pacientes con y sin insuficiencia cardíaca.
Comprender estos efectos es crucial para optimizar las estrategias terapéuticas y, potencialmente, ampliar la utilidad clínica de la dapagliflozina más allá de sus indicaciones cardiovasculares y renales establecidas.
En síntesis, esta revisión sistemática y metaanálisis evaluaron el impacto de la dapagliflozina en los resultados de anemia en diferentes poblaciones de pacientes.
Se realizó una búsqueda bibliográfica exhaustiva en múltiples bases de datos desde su inicio hasta septiembre de 2025, identificando estudios que informaron resultados relacionados con la anemia en pacientes adultos tratados con dapagliflozina.
A tales efectos, se incluyeron siete estudios con 15.540 participantes, que abarcaban ensayos controlados aleatorizados y estudios observacionales realizados en diversas regiones geográficas.
Todos los estudios evaluaron el efectos de 10 mg de dapagliflozina una vez al día con un seguimiento mínimo de cuatro semanas.
El análisis agrupado demostró mejoras significativas en los niveles de hemoglobina con dapagliflozina en comparación con los grupos control (diferencia de medias estandarizada [DME]: 0,62; IC del 95 %: 0,43-0,80).
El tratamiento con dapagliflozina se asoció con una probabilidad 83% mayor de corrección de la anemia (riesgo relativo: 1,83; IC del 95%: 1,47-2,26) y una reducción del 78% en la incidencia de anemia (riesgo relativo: 0,22; IC del 95%: 0,08-0,60).
Los análisis de subgrupos revelaron beneficios consistentes en todas las poblaciones estudiadas, con los efectos más pronunciados observados en pacientes con insuficiencia cardíaca (DME: 0,78; IC del 95%: 0,44-1,12), seguidos de los pacientes con enfermedad renal crónica (0,66; IC del 95%: 0,36-0,95) y diabetes (0,45; IC del 95%: 0,38-0,51).
Estos hallazgos sugirieron que los beneficios terapéuticos de la dapagliflozina se extienden más allá de la protección cardiovascular y renal para incluir mejoras significativas en los resultados de la anemia en múltiples estados de enfermedad crónica, lo que potencialmente reduce la carga de atención médica y mejora la calidad de vida del paciente.
Los hallazgos mencionados impulsaron la discusión de los mismos, de manera que en esta revisión sistemática y metaanálisis se evaluara el impacto de la dapagliflozina.
Así, los autores observaron que el tratamiento con dapagliflozina produjo un aumento significativo de los niveles de hemoglobina en comparación con los grupos de control.
Además, su uso se asoció con una mayor probabilidad de corrección de la anemia y una menor incidencia de la misma.
En consonancia con estos hallazgos, un metaanálisis de Choi et al. realizado previamente demostró que los inhibidores de SGLT2 aumentaron significativamente los niveles de hemoglobina en general en comparación con los controles.
Se cree que la elevación de la hemoglobina observada con dapagliflozina contribuye a la protección renal y cardiovascular, principalmente a través de una mejor administración de oxígeno a los tejidos.
Además, las propiedades diuréticas de los inhibidores de SGLT2, que disminuyen el volumen plasmático, pueden explicar en parte este efecto.
Otro mecanismo propuesto es la estimulación de la producción de eritropoyetina, facilitada por la reducción de la fibrosis renal y la mejora de la supervivencia de las células productoras de eritropoyetina.
Las propiedades antiinflamatorias de los inhibidores de SGLT2 también pueden contribuir a la mejora de la anemia.
La inflamación crónica, prevalente tanto en la insuficiencia cardíaca como en la enfermedad renal crónica, suprime la eritropoyesis a través de múltiples vías, incluyendo la regulación positiva de la hepcidina y la supresión directa de la médula ósea.
Al reducir las citocinas inflamatorias y el estrés oxidativo, la dapagliflozina puede mejorar la anemia de la enfermedad crónica, un hallazgo común en las poblaciones estudiadas.
Los efectos de la contracción del volumen, aunque inicialmente propuestos como el mecanismo primario, probablemente desempeñen un papel secundario.
La naturaleza sostenida de las mejoras de la hemoglobina observadas en los estudios, que se extienden mucho más allá de la fase diurética inicial, sugiere que la verdadera estimulación eritropoyética en lugar de la hemoconcentración subyace a estos beneficios.
El análisis de subgrupos realizado por los autores, reveló beneficios en sujetos con insuficiencia cardíaca, ERC y diabetes.
La naturaleza multifactorial de la anemia asociada a insuficiencia cardíaca crea múltiples objetivos terapéuticos para la intervención con inhibidores de SGLT2.
Las propiedades antiinflamatorias de la dapagliflozina pueden contrarrestar directamente la supresión de la eritropoyesis mediada por citocinas que caracteriza a la anemia de la enfermedad crónica.
El beneficio sustancial observado en pacientes con ERC es particularmente relevante desde el punto de vista clínico dados los desafíos inherentes al manejo de la anemia en esta población.
La anemia asociada a la enfermedad renal crónica resulta principalmente de la disminución de la producción de eritropoyetina a medida que disminuye la masa renal, pero se complica por la deficiencia de hierro, la inflamación crónica y las toxinas urémicas que suprimen directamente la función de la médula ósea.
Los enfoques terapéuticos tradicionales enfrentan limitaciones significativas: los agentes estimulantes de la eritropoyesis, aunque efectivos, conllevan preocupaciones de seguridad cardiovascular, incluidos mayores riesgos de accidente cerebrovascular, tromboembolia y mortalidad cuando se apuntan a niveles más altos de hemoglobina.
La ventaja terapéutica de la dapagliflozina en la enfermedad renal crónica va más allá del manejo de la anemia.
A diferencia de los tratamientos tradicionales para la anemia, que abordan únicamente los parámetros hematológicos, la dapagliflozina proporciona simultáneamente protección cardiovascular y renal mediante mecanismos que incluyen la reducción de la presión intraglomerular, la disminución de la albuminuria y la mejora de la función endotelial.
Este amplio perfil de beneficios es especialmente valioso en pacientes con enfermedad renal crónica, quienes enfrentan un riesgo cardiovascular exponencialmente creciente a medida que la función renal se deteriora.
La capacidad de abordar múltiples objetivos terapéuticos con un solo agente representa un avance significativo en el manejo de esta compleja población de pacientes.
La mejoría en los parámetros de anemia con el tratamiento con dapagliflozina tiene implicancias clínicas importantes más allá de los resultados hematológicos.
La corrección de la anemia se asocia con una mejor calidad de vida, una mayor tolerancia al ejercicio y un riesgo cardiovascular potencialmente reducido en pacientes con enfermedades crónicas.
La menor incidencia de anemia de nueva aparición observada en este análisis (reducción del riesgo relativo del 78%) sugiere un efecto protector que puede prevenir la cascada de complicaciones asociadas con la anemia progresiva.
La relevancia clínica de la mejoría de la anemia se extiende a la utilización de los recursos sanitarios.
Elwaraky et al. informaron que el inicio de la terapia con agente estimulante de la eritropoyesis (AEE) fue significativamente menor en los pacientes tratados con dapagliflozina (7,3% frente a 24,2%, p = 0,002), lo que sugiere un posible ahorro de costes y una menor carga del tratamiento.
Este hallazgo tiene importantes implicancias para la economía de la atención sanitaria y la calidad de vida del paciente.
Varias áreas requieren mayor investigación para optimizar la aplicación clínica de las propiedades hematopoyéticas de la dapagliflozina.
Se requieren estudios a largo plazo para determinar la persistencia de las mejoras en la anemia y su impacto en los resultados cardiovasculares y renales.
La relación entre la corrección de la anemia y los beneficios cardiovasculares comprobados de la dapagliflozina requiere mayor claridad, ya que una mejor capacidad de transporte de oxígeno podría contribuir a los efectos protectores generales del fármaco.
Es necesario reconocer varias limitaciones importantes al interpretar estos resultados.
El número relativamente pequeño de estudios incluidos (n = 7) limitó la capacidad para realizar análisis exhaustivos de subgrupos e impidió la evaluación del sesgo de publicación mediante pruebas estadísticas estándar, que suelen requerir un mínimo de 10 estudios para una interpretación fiable.
La inclusión de ensayos controlados aleatorizados y estudios observacionales, si bien proporcionó evidencia más amplia del mundo real, introdujo heterogeneidad metodológica que podría haber influido en las estimaciones agrupadas.
La considerable heterogeneidad estadística observada en todos los análisis primarios (I² = 76-97 %) representó una limitación significativa que requiere una interpretación cautelosa de las estimaciones del efecto agrupado.
Esta heterogeneidad probablemente refleja diferencias en las poblaciones de estudio, la prevalencia y la gravedad de la anemia basal, la duración del tratamiento, los métodos de medición de resultados y las definiciones de corrección de la anemia entre los estudios.
La imposibilidad de acceder a los datos individuales de los pacientes impidió análisis más sofisticados que podrían haber explicado las causas de esta heterogeneidad.
Además, la diversidad geográfica y de entornos sanitarios de los estudios incluidos, si bien mejoró la validez externa, podría haber introducido variabilidad en las prácticas asistenciales habituales, los protocolos de tratamiento de la anemia y las características de los pacientes que no se pudieron controlar adecuadamente en el análisis.
Las diferentes duraciones de seguimiento en los estudios también limitaron la capacidad para evaluar el perfil temporal y la sostenibilidad de los efectos hematopoyéticos de la dapagliflozina.
Como conclusiones, esta revisión sistemática y metaanálisis proporcionaron evidencia convincente de que la dapagliflozina mejora significativamente los resultados de la anemia en diversas poblaciones de pacientes.
El tratamiento con dapagliflozina demostró beneficios consistentes en el aumento de los niveles de hemoglobina, la promoción de la corrección de la anemia y la reducción de la incidencia de anemia en comparación con los grupos de control.
Los efectos terapéuticos fueron más pronunciados en pacientes con insuficiencia cardíaca, seguidos de aquellos con enfermedad renal crónica y diabetes.
Estos beneficios hematopoyéticos probablemente se deban a mecanismos multifactoriales, incluyendo una mayor producción de eritropoyetina, una menor inflamación y una mejor oxigenación tisular.
Los hallazgos sugieren que la utilidad clínica de la dapagliflozina se extiende más allá de los beneficios cardiovasculares y renales establecidos para incluir un manejo significativo de la anemia.
Dada la carga sustancial de anemia en las poblaciones con enfermedades crónicas, estos resultados respaldan la consideración de la dapagliflozina como una opción terapéutica valiosa que aborda simultáneamente múltiples objetivos fisiopatológicos.
Futuros estudios a largo plazo deberían investigar la durabilidad de estos efectos y su impacto en los resultados centrados en el paciente.
Palabras clave: anemia, dapagliflozina, insuficiencia cardíaca, hemoglobina, inhibidores de sglt2
* Rehman H, Postoev A, Rawat A, Kaur M, Woreta F, Chaudhary S, Rauf MQ, Khan A. Dapagliflozin and Anemia Outcomes: A Systematic Review and Meta-Analysis of Effects on Hemoglobin Levels, Anemia Correction, and Incidence in Patients With and Without Heart Failure. Cureus. 2025 Oct 20;17(10):e95004. doi: 10.7759/cureus.95004. PMID: 41267697; PMCID: PMC12629774.